NUESTRA MISIÓN
Conocer a Cristo, llegar a ser como Él y movilizar a Su pueblo para el servicio del Reino.
Conocer a Cristo
No hay mayor llamado ni privilegio que conocer a Cristo. Por lo tanto, en nuestros corazones hay un profundo deseo de ver a las personas dirigir su afecto, su lealtad y su atención a Jesús. Este es un llamado urgente y que exige nuestro mayor compromiso. Los días en que vivimos requerirán que echemos raíces profundas en Cristo para poder resistir los vientos de adversidad de la cultura que nos rodea. Radiant Church está comprometida con este proceso y reconoce nuestra necesidad de aliento e inspiración de la Palabra, el Espíritu Santo y el Cuerpo de Cristo.
Para Llegar a Ser Como él
A medida que busquemos conocer a Cristo, seremos cada vez más como Él. Debemos recordar que el Padre está comprometido con la tarea de glorificar a Su Hijo en la tierra y lo hace principalmente en y a través de Su pueblo, guiados por Su Espíritu. Cuando “miramos” hacia Él, nos volvemos radiantes, un reflejo de Su luz. Al “mirar” hacia Él, lo veremos más claramente y seremos transformados a Su imagen de gloria en gloria. Ser semejante a Cristo significa ser como Él en devoción, carácter, conducta y servicio. Esta transformación en La semejanza a Cristo es el resultado deseado de nuestro caminar con Él y de cómo definimos el discipulado. Ser como Cristo es el destino deseado por el Padre para toda persona que invoca el nombre del Señor. Este enfoque nos ayudará a aprender a confiar plenamente en Dios y a permanecer continuamente en Cristo.
Movilizar a Su Pueblo para el Servicio del Reino
Cada persona en quien Cristo habita ha sido llamada y dotada para servir en nombre del Reino. Cada persona es un ministro, en su hogar, vecindario, lugar de trabajo e iglesia y está llamado a ser fructífero para el Reino. Por tanto, cada persona está llamada a ministrar de los buenos depósitos que Cristo ha puesto en ella mediante su Espíritu. El mayor depósito del Espíritu dentro de su pueblo es el amor a Cristo del cual fluyen todos los demás dones. Para movilizar efectivamente a Su pueblo para el servicio del Reino, reconocemos que todos deben ser amados, valorados, capacitados, alentados, ungidos y enviados. Queremos ayudar a desenterrar los tesoros que hay dentro de las personas y verlos volar. El resultado serán personas que usarán intencionalmente sus dones y talentos para el bien de los demás y la edificación del cuerpo de Cristo.